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    Tuesday, April 16, 2024

    En el Caribe, azotado por el huracán, arrecia la desesperación y estalla la violencia

    La gente comenzó a reunirse al amanecer para planear su supervivencia después del huracán Irma.

    Empezaron en las tiendas de abarrotes, buscando lo que necesitaban para su sustento: agua, galletas, fruta.

    Pero al caer la noche del jueves, lo que había sido una búsqueda de comida tomó un giro más amenazante, conforme grupos de saqueadores, algunos de ellos armados, se abalanzaron a tomar cualquier cosa de valor que quedara, ya fueran electrónicos, aparatos o vehículos.

    "Ahora ya no hay comida", dijo en una entrevista el domingo Jacques Charbonnier, residente de San Martín de 63 años. "La gente se pelea en las calles por lo que queda".

    En los pocos y largos días desde que Irma golpeó el noreste del Caribe, lo que provocó la muerte, hasta el momento, de 27 personas y derribó el 90 por ciento de las construcciones en algunas islas, el tejido social ha comenzado a desintegrarse en las comunidades más golpeadas.

    Los habitantes de San Martín y otras partes de la región hablaron sobre una desaparición generalizada de la ley y el orden conforme los sobrevivientes batallaban ante la grave escasez de agua y comida, así como la ausencia de electricidad y servicios telefónicos.

    Conforme crecían los reportes de la desesperación a lo largo del fin de semana, los gobiernos del Reino Unido, Francia y los Países Bajos, que tienen el dominio de algunos territorios ahí, redoblaron su respuesta. Se defendieron de las críticas acerca de que su reacción había sido muy lenta e insuficiente. Los gobiernos tanto francés como neerlandés señalaron que estaban enviando a más elementos del ejército para restaurar el orden, junto con la ayuda transportada en avión a la zona.