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    Saturday, April 27, 2024

    COLUMNA: Los sueños no son gratis

    El miércoles por la mañana, en el hermoso vestíbulo del Capitolio, estudiantes inmigrantes con gorras y batas se reunieron con senadores y representantes, con educadores, con líderes de sindicatos y organizaciones aliados, para hacer una última súplica pública a través de las cámaras de televisión y los periodistas reunidos: "únase a nosotros para apoyar la igualdad de oportunidad!" cantaron los estudiantes. Los proyectos de ley que estaban apoyando, SB 17 y HB 7000, permitiría a los estudiantes inmigrantes indocumentados, los "DREAMers" que ya han pasado la mayor parte de sus vidas en Connecticut, la oportunidad de solicitar un fondo especial de ayuda financiera que la mayoría de los estudiantes del estado ya disfrutan.

    Este programa de ayuda financiera permite a todos los estudiantes la oportunidad de reunirse para ayudar a sus compañeros de clase más desfavorecidos. Generado con un pequeño porcentaje de la matrícula de cada estudiante, estos fondos no cuestan a los contribuyentes [taxpayers] un centavo, pero ofrecen un apoyo vital a aquellos estudiantes que necesitan ayuda.

    Pero hay un problema. Aunque los jóvenes DREAMers contribuyen al fondo con su matrícula, no se les permite solicitar la asistencia. Una ley nacional les impide solicitar cualquier tipo de ayuda financiera. Pero el gobierno federal también permite que cada estado individual cambie esta ley si quiere beneficiar a sus propios residentes. Otros estados de California a Texas ya lo han hecho. No Connecticut.

    El proyecto "Afford to DREAM", como se llama en inglés, cambiaría eso. Pero con sólo una semana en la sesión legislativa, la Asamblea General de Connecticut todavía no ha convocado el proyecto de ley para un voto, la cuarta vez que la legislatura no ha actuado en tantos años. Mientras tanto, algunos jóvenes indocumentados que no pueden pagar la universidad han visto a sus compañeros de clase pasar por todo un ciclo de educación superior, desde la admisión a la graduación. El miércoles, los estudiantes y su amplia coalición de aliados pedían a los legisladores que proporcionarán a la próxima clase entrante de estudiantes universitarios la oportunidad de evitar ese destino.

    "Afford to DREAM" va más allá de los sueños de estos estudiantes. La primera parte, ofrece a nuestro estado  un reembolso enorme. Si el proyecto de ley sólo ayuda a unos pocos cientos de personas, estos futuros médicos y abogados, ingenieros y maestros de Connecticut contribuirían inmensamente a nuestra economía y sociedad después de la graduación. En segundo lugar, el proyecto de ley también confirma el compromiso de nuestro estado con el principio de igualdad de acceso para todos los estudiantes. La mayoría de los jóvenes indocumentados que el proyecto de ley ayudará vinieron a este país como niños pequeños, algunos en pañales, y se esfuerzan por tener éxito en el único país que conocen como suyo. En tercer lugar, reforzaría el ideal americano de inclusión y compasión. Los votantes de Connecticut han apoyado durante mucho tiempo este principio, pero la administración en Washington lo socava regularmente demonizando a los inmigrantes mexicanos y refugiados musulmanes, reduciendo los impuestos para los ricos y las protecciones para los pobres. La mejor manera de resistir este asalto es a través de proyectos productivos como "Afford to DREAM".