No tendría por qué pedir que las "familias se involucren más en la educación de los muchachos: los padres tienen que darse un tiempo para preguntar que están aprendiendo e inculcar el entusiasmo y ayudarlos en las tareas".

El índice de deserción escolar es tan alarmante que nos preguntamos: ¿Qué está sucediendo con las familias hispanas? Porque mucho de lo que está pasando con nuestros jóvenes tiene que ver más con las familias que con la escuela y los medios de comunicación masiva, entre otros factores. Es cierto que el sistema educativo en los Estados Unidos de América no es el más idóneo, pero  también es cierto que la escuela es el único hogar de los niños.

Y si es cierto que la mala televisión,  lava el cerebro de los jóvenes y los aparta de los estudios, también es cierto que en los hogares hay un padre y una Madre que deben supervisar y controlar el uso de este aparato electrónico que al decir de Jerry Mander, su principal efecto es poner imágenes en nuestro cerebro"

Tiene mucho que ver la influencia de la familia en que los jóvenes vayan con pistolas a sus centros de enseñanza y maten a quienes no les simpaticen. O que consuman drogas en el patio de su casa, ante las narices de sus progenitores.

Los adolescentes pueden convertirse en el dolor de cabeza de sus propios padres y de la sociedad. La familia es fundamental para evitar el embarazo en chicas de temprana edad.

He aquí los resultados, "Más de la mitad de las hispanas (53 por ciento) quedan embarazadas en la adolescencia", según un informe de la campaña para la prevención del embarazo no planeado de la adolescente y el Consejo Nacional de la Raza

También es elevada la tasa de suicidios en las adolescentes hispanas entre los 14 y 18 años de edad; es más alta que en otros grupos étnicos.